Como se viene anunciando; con la sequía profunda en la zona productora argentina- hace 60 años que no se veía tan poca agua- las terminales de crushing de Rosafé necesitarán este año mucho más de los granos de soja de otros países para abastecerse. Los especialistas hablan entre 6 y 8 o hasta 10 millones de tons., que tendrán que ingresar como importación temporaria – si es que el gobierno argentino no se opone-. Seguro ese volumen vendrá de Paraguay y Brasil – que tiene una soja mejor en proteínas y paga mejor- y porque no de EE.UU, como ya se ha hecho en su momento.
Claro que este año los volúmenes serán impresionantes. Las terminales vienen desde hace tiempo con una gran sobrecapacidad gracias a las impresionantes inversiones de todos estos años. Precisamente, se habla de una capacidad ociosa de 60%. Hay capacidad de molienda para unas 70/80 millones de toneladas y este año la campaña en la Argentina será de 30/33 millones. De pronto, el polo exportador de granos también se convertirá en importador a los efectos de cumplir contratos, mantener este gigante mundial del crushing en movimiento y a los empleos que genera el sector. Así también agregarle valor a la soja para convertirla en harina y aceites y exportarla, generando muchas más divisas de la que se gasta en importar el producto básico. Argentina ya está importando de Brasil con oceánicos que descargan en Palmira y San Lorenzo o por el río desde Porto Murtinho en el Mato Grosso, la capital de la soja brasileña.
Brasil está teniendo un clima completamente diferente, muchas lluvias y una cosecha récord de 152 millones de tons. Normalmente los volúmenes exportados desde Brasil por vía fluvial a la Argentina son escasos, si se tienen en cuenta, por ejemplo lo que mueve la hidrovía. Falta también infraestructura en los puertos brasileños del río. Pero esto está cambiando.
Por otra parte, Paraguay estará en buena posición para exportar. Superó la situación desastrosa de la sequía de la temporada pasada. Además allí están radicadas las mismas traders que de este lado de la frontera. Con una mejor calidad, logística cercana, y fecha de cosecha, lógicamente que a la Argentina le conviene importar la soja de Paraguay y Brasil.
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