16 septiembre 2024
Mientras la idea en Argentina tendría que ser buscar volver al crecimiento en el comercio exterior y que, entre otras cosas, los puertos sean ese vehículo, hay políticos que piensan en cómo tirar para atrás cualquier desarrollo y prefieren hacer la “nuestra” es decir actuar mirándose el ombligo sin importar el efecto que causan más allá de “hacer ruido”; como si el país se redujera a una discusión de unidad básica.
Claro que detrás de esta “discusión de juventud” puede haber más. Así, por ejemplo, se da un debate por dinero y espacio de poder entre intendentes de Lanús y Quilmes que unidos, atacan al de Avellaneda, que termina poniendo en el medio del debate a la principal terminal de contenedores del país.
A través de un video en X, - imagen a la derecha-, los mandatarios de los dos importantes partidos del sur del conurbano dan insólitas razones de “seguridad” con el fondo de la terminal de Exolgan, anunciando que, dado el riesgo que implica el puerto para el medio ambiente – porque vienen buques más grandes en contenedores- y la infraestructura de sus distritos – debido al paso de camiones-; llevan el tema a la justicia para apuntar al eventual y demencial cierre del puerto, a partir de argumentos y razones absurdas.
Como respuesta, Avellaneda -donde radica el histórico puerto de Dock Sud donde se ubica Exolgán-, sale al cruce desmintiendo, una a una, las insólitas, falsas y sesgadas acusaciones en cuanto al riesgo del puerto. En realidad, se habla desde hace un tiempo de la intención por parte de Lanús y Quilmes – que en realidad no pincha ni corta en cuanto a la actividad del “hinterland” del puerto- de formar parte del directorio del Consorcio del Puerto de Dock Sud, como lo hace Avellaneda - más allá de la posición de un miembro gremial en el directorio-. La idea es que esas comunas, puedan recibir dinero y asistencia de parte de la entidad portuaria.
En definitiva, esta movida en las redes y llevar el tema a la justicia para que se “investigue científicamente” si debido a sus “efectos nocivos” resulta necesario “cerrar el puerto”; parece ser otro paso en esa pelea por “participar”. Lo que en realidad parece más un acto de irresponsabilidad total.
La rosca política en este caso, parece dar para todo, incluso para espantar inversiones – por ejemplo, prevista hace tiempo para ampliar la terminal de contenedores y así recibir a los nuevos buques que se vienen- reducir el costo argentino del comercio exterior y generar fuentes de trabajo en toda la cadena logística. Esto, a cierta forma de hacer política no le importa...