Cómo hacer prospección a largo plazo con información casi nula

Relación EE.UU.-Argentina: Marco para un Acuerdo de Comercio e Inversión Recíprocos

Qué hay en concreto del Marco para un Acuerdo de Comercio e Inversión Recíprocos entre Argentina y EE.UU. Hasta hoy sólo un comunicado de la Casa Blanca. Mucho de posibilidades. Carne vacuna, cítricos, continuidad de acero y aluminio, miel en exportaciones. Pero en el comunicado parece haber más concesiones argentinas que americanas, más allá de que entre otras cosas, se señala que los países abrirán sus mercados mutuamente para productos clave.

Lo escrito

Argentina brindará acceso preferencial al mercado para exportaciones estadounidenses, incluyendo ciertos medicamentos, productos químicos, maquinaria, productos de tecnologías de la información, dispositivos médicos, vehículos automotores y una amplia gama de productos agrícolas.

“En reconocimiento a la ambiciosa agenda de reformas de Argentina y sus compromisos comerciales, y en consonancia con el cumplimiento de los requisitos pertinentes de seguridad económica y de las cadenas de suministro, Estados Unidos eliminará los aranceles recíprocos sobre ciertos recursos naturales no disponibles y productos no patentados para aplicaciones farmacéuticas. Además, Estados Unidos podrá considerar positivamente el impacto del Acuerdo sobre la seguridad nacional, incluso teniendo en cuenta el Acuerdo al adoptar medidas comerciales en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, según enmienda (19 U.S.C. 1862). Asimismo, ambos países se han comprometido a mejorar las condiciones recíprocas de acceso bilateral al mercado para el comercio de carne vacuna”, señala.

Además, puntualiza que Argentina eliminará gradualmente la tasa de estadística para los productos estadounidenses; permitirá el ingreso de productos de EE.UU. que cumplan con normas aplicables de EE. UU. o internacionales, reglamentos técnicos estadounidenses o procedimientos de evaluación de su conformidad o internacionales, sin exigir requisitos adicionales de evaluación, y continuará eliminando barreras no arancelarias que afecten el comercio en áreas prioritarias. Asimismo, Argentina aceptará la importación de vehículos fabricados en Estados Unidos que cumplan con las normas federales estadounidenses de seguridad vehicular y emisiones, así como certificados de la FDA y autorizaciones previas de comercialización para dispositivos médicos y productos farmacéuticos. incluyendo los criterios de patentabilidad, el atraso en el otorgamiento de patentes, y las indicaciones geográficas, y a trabajar para alinear su régimen de propiedad intelectual con los estándares internacionales.

con los estándares internacionales. "Argentina ha abierto su mercado al ganado vivo estadounidense, se ha comprometido a permitir el ingreso de carne aviar de EE. UU. en el plazo de un año y ha acordado no restringir el acceso al mercado de productos que utilicen ciertos términos relacionados con quesos y carnes. Simplificará los procesos de registro de productos para carne vacuna, productos cárnicos, menudencias y productos porcinos estadounidenses, y no aplicará requisitos de registro de instalaciones para productos lácteos importados desde EE. UU. Ambos países trabajarán conjuntamente para abordar barreras no arancelarias que afecten el comercio de alimentos y productos agrícolas. Por otro lado, se adoptará e implementará la prohibición de importar bienes producidos mediante trabajo forzoso u obligatorio y fortalecerá la aplicación de la legislación laboral", señala el comunicado.

Añade, que Argentina se ha comprometido a tomar medidas adicionales para combatir la tala ilegal; fomentar una economía más eficiente en el uso de recursos, incluso en el sector de minerales críticos; y a implementar plenamente las obligaciones del Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la Organización Mundial de Comercio. Argentina reforzará la cooperación con Estados Unidos para combatir políticas y prácticas no orientadas al mercado por parte de otros países. Ambos países también se han comprometido a identificar herramientas para alinear enfoques en control de exportaciones, seguridad de inversiones, evasión de aranceles y otros temas relevantes.

Asimismo, agrega que Argentina y Estados Unidos cooperarán para facilitar la inversión y el comercio en minerales críticos. También acordaron trabajar para estabilizar el comercio global de soja. "Argentina se ha comprometido a abordar posibles acciones distorsivas de empresas estatales y a revisar los subsidios industriales que puedan afectar la relación comercial bilateral", dice. Finalmente, Argentina se ha comprometido a facilitar el comercio digital con Estados Unidos mediante el reconocimiento de este país como jurisdicción adecuada bajo la ley argentina para la transferencia transfronteriza de datos, incluyendo datos personales, y a no discriminar servicios digitales o productos digitales estadounidenses. Argentina también tiene la intención de reconocer como válidas para su legislación las firmas electrónicas que sean válidas bajo la ley estadounidense.

Análisis

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Fundación Instituto para las Negociaciones Agrícolas Internacionales, INAI, -entidad apoyada por las Bolsas de Cereales de Buenos Aires y de Córdoba, CIARA-CEC, la Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM), y la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales-, hicieron un análisis preliminar del comunicado de presentación del Marco para un acuerdo entre EE.UU. y Argentina sobre comercio e inversiones, punto por punto. Siempre advirtiendo que más allá de lo significativo del anuncio realizado, resta definir lo que se conoce como “letra chica”, es decir, los compromisos específicos que asumen ambas partes, tanto en materia arancelaria como no arancelaria.

Respecto al tema aranceles señala que en el comunicado se habla de apertura recíproca. “Si bien se trata de un concepto bastante general y difuso, su utilización en esta clase de instrumentos internacionales suele indicar que ambas partes en el acuerdo rebajan aranceles o realizan concesiones.  Esto implica una diferencia conceptual respecto a otros acuerdos recientemente anunciados por EE.UU. a través de los cuales solo las contrapartes hicieron concesiones arancelarias. EE.UU. solo se comprometió a mantener las sobretasas anunciadas por el Presidente Trump el 2 de abril (20% para Vietnam y 19% para  Indonesia, Malasia y Camboya) y no se compromete a adoptar rebajas”, señala. Por otro lado, dice el INAI que se hace referencia a que el Acuerdo beneficiará a “productos clave” sin realizar una enumeración exhaustiva y detallada de los mismos. Solo se menciona que Argentina otorgará acceso preferencial a bienes de EE.UU. incluidos medicamentos, productos químicos, maquinaria, productos de tecnología de la información, dispositivos médicos, vehículos automotores y una amplia gama de productos agrícolas y que EE.UU. eliminará los aranceles recíprocos sobre ciertos recursos naturales no disponibles y artículos no patentados para uso farmacéutico.

Añade que de esta manera y en línea con lo que se había anticipado, no estamos frente a un Acuerdo de Libre Comercio (como Mercosur – UE) donde las partes eliminan recíprocamente derechos de importación sobre al menos el 90% del comercio bilateral. "Estamos frente a un acuerdo comercial más reducido y enfocado a un conjunto de productos más acotado. De hecho, ya se había anticipado que este Acuerdo debía ser leído como un primer paso a una futura negociación de un ALC más adelante", dice.

Con respecto al alcance de la liberalización, el informe preliminar del INAI diferencia situaciones:

1- Se menciona que Argentina otorgará “acceso preferencial” para una serie de productos, pero no aclara si ello implica la eliminación de aranceles de importación, el otorgamiento de rebajas arancelarias parciales o la adopción de cuotas arancelarias. Lo más probable es que sea una combinación de todas estas posibilidades, dependiendo del producto en cuestión.

2- En el caso de EE.UU. se menciona que eliminará los aranceles recíprocos sobre ciertos recursos naturales no disponibles y artículos no patentados para uso farmacéutico. Esto pareciera indicar que: - EE.UU. mantendrá los aranceles Nación Más Favorecida (NMF) que venía aplicando para cada producto importado. - EE.UU. seguirá aplicando la sobretasa arancelaria anunciada el 2 de Abril, que en el caso de Argentina es de 10%, es decir, la más baja de todas las aplicadas a otros países. Solo un listado de productos (aun no identificados) estará exento de esta sobretasa. Esta mención es consistente con lo dispuesto en la normativa de EE.UU. Conforme a la misma, aquél país puede exceptuar de la aplicación de sobretasas arancelarias a un conjunto bastante reducido de productos.

3- Deja abierta la posibilidad de que EE.UU. excluya a la Argentina de las sanciones comerciales que aplique por motivos de “seguridad nacional” al amparo de la Sección 232 de la Trade Expansion Act de 1962. Recuerda que esta norma es la base legal a partir de la cual Trump adoptó sobretasas a las importaciones de acero y aluminio, con lo cual queda abierta la posibilidad de obtener alguna mejora / excepción de las exportaciones argentinas en el sector.

4- Una situación particular se da con la carne bovina. El Marco prevé que ambos países se han comprometido a mejorar las condiciones de acceso bilateral y recíproco a estos mercados.

En cuanto a las obligaciones respecto a patentes y propiedad intelectual, advierte el INAI algo que no se menciona expresamente en el Marco. Es el informe “Special 301” del USTR del 2023 que destaca que a EE.UU. le “urge” que Argentina ratifique el Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT por sus siglas en inglés), el cual establece un mecanismo que permite simplificar las solicitudes de patentes entre sus miembros a través de una única presentación inicial.

En cuanto a los mercados agrícolas, la exigencia de permitir el acceso de carne aviar en 1 año, es un tema que venía siendo planteado por EE.UU. desde hace algunos años.

En cuanto a no restringir acceso a quesos y carnes de EE.UU. por el uso de ciertas denominaciones, - que no fueron identificadas por el momento- es un planteo que parece guardar relación con el debate internacional entre los términos genéricos (o nombres comunes) y las Indicaciones Geográficas. De hecho, fue incorporado en los acuerdos que EE.UU. firmó con Malasia y Camboya, dice el informe.

En cuanto a que ambos países colaborarán para abordar las barreras no arancelarias que afectan al comercio de alimentos y productos agrícolas. Si bien no se aclara, según el reporte, lo esperable es que el Acuerdo establezca un comité de medidas sanitarias y fitosanitarias para abordar con diligencia cualquier dificultad específica que pueda surgir en los intercambios comerciales.

Respecto a subvenciones, “si bien no se brindan mayores detalles, parece tratarse de una cláusula que regularmente EE.UU. busca incluir en los instrumentos internacionales, a través de la cual pretende un alineamiento de las políticas industriales con estándares de competencia y la restricción de uso de las políticas distorsivas (tales como subsidios, prioridades en las compras públicas, financiamiento preferencial, beneficios regulatorios, etc.)”, explica.

En cuanto a minerales y soja, el INAI señala que a diferencia de otros acuerdos, no se anuncian compromisos específicos de inversión en favor de EE.UU. o de compra de productos norteamericanos.

“Normalmente, los productos que las contrapartes se han comprometido a comprar a EE.UU. son GNL, aviones, material de defensa y productos agrícolas (principalmente soja, harina de soja, trigo, maíz y algodón)”, advierte.

Puntualiza además que no se descarta que se negocie algún memorando adicional sobre minerales críticos (claves en la transición energética, la tecnología avanzada y la geopolítica global) como los oportunamente negociados con Malasia y Tailandia.

Si advierte que no se cuentan con elementos suficientes como para analizar el alcance del compromiso de “estabilizar el comercio mundial de soja”, “pero podría tener relación con los planteos realizados por EE.UU. cuando China incrementó sus compras de soja argentina dentro de la ventana temporal de eliminación de los DEX. En el acuerdo Trump-Xi del 30 de octubre, China se comprometió a comprar 12 millones de toneladas de soja antes de fin de año y 25 millones anuales como mínimo durante los próximos 3 años (volumen similar a lo exportado en 2023 y 2024)", añade.

Como comentario final, el Instituto señala: “Los acuerdos comerciales son una herramienta fundamental para mejorar la inserción internacional de la Argentina. Actualmente nuestro país (a través del Mercosur), solo tiene esta clase de acuerdos con socios que representan el 9% del PBI mundial. La inminente firma del Acuerdo Mercosur – UE y ahora, la negociación comercial con EEUU, parecen ser pasos positivos para incrementar nuestra red de acuerdos y generar marcos regulatorios claros y estables que potencien nuestras exportaciones”.

Cierra señalando que si bien la Argentina es el tercer exportador neto mundial de productos agroalimentarios, esta creciendo muy por debajo de la media, lo que implica perder oportunidades y mercados. “El mundo demanda cada vez más y mejores alimentos y Argentina tiene todas las condiciones para exportar mucho más y consolidarse como verdadero líder mundial”, sostiene.

Faltan detalles

Veamos algunos comentarios vinculados al comunicado de la Casa Blanca, pero saliendo de los analistas que están de un lado u otro del mostrador y que en general hablan desde el punto de vista de apoyo o crítica que tiene que ver más con la grieta global que con la información pura y dura. Para la Cámara de Exportadores de la República Argentina, en la voz de su presidente Fernando Landa, según lo conocido públicamente hasta ahora, los términos generales del acuerdo no permiten aún dimensionar sus implicancias reales, ya que no se detallan los sectores, productos ni condiciones específicas de acceso.

Advirtió que el marco acordado podría generar compromisos unilaterales para Argentina, sin una contraparte equivalente desde EE.UU., en materia de apertura de mercados y cooperación regulatoria. Landa señaló la necesidad de asegurar compatibilidad con las normas del Mercosur y con los compromisos multilaterales asumidos por la Argentina ante la OMC, particularmente en lo relativo al principio de Nación Más Favorecida (NMF) y subrayó la importancia de garantizar benef ¿icios concretos para el sector exportador argentino, con reglas claras, previsibilidad y reciprocidad efectiva.

En suma, la Cámara valora la voluntad de apertura, pero insistió en que “sin claridad en los detalles, es difícil evaluar los impactos sobre la competitividad y el comercio exterior argentino”, dice Landa.

Precisamente, ese desconocimiento de los alcances del acuerdo, impiden tener claridad a la hora de opinar. Algo que también remarca Diego Guelar, ex embajador en EE.UU., la UE y China.

Se parte de la base que este año EE.UU. impuso un arancel promedio 10% que se celebra frente a lo sucedido con otros países, aunque hay que agregarle 2% por lo que impacta la carga al aluminio y al acero. Lo cierto es que es muy difícil saber a ciencia cierta cuánto se pagará de aranceles y cuál es el planteo porque "la tabla no está", puntualiza. “Estamos viviendo una burbuja con nada de información, donde se escucha a muchos especialistas sin datos, que opinan sobre un acuerdo que no existe. En la medida en que haya un acuerdo, se puede opinar. El comunicado de EE.UU. ni siquiera es una base de acuerdo arancelario. Puede haber comentarios, aplausos, críticas, sobre un “acuerdo histórico” a ciegas, que parten más de lo ideológico”, dice Guelar.

Trump esta negociando país por país y lo viene haciendo con otros países de la región. Muchos hablan de la coincidencia ideológica con Argentina, pero también lo hace con Brasil. De hecho, avanza y retrocede en las medidas impuestas al país vecino, mucho más fuertes. Esto es importante para saber desde dónde puede haber más oportunidades para la Argentina, añade Guelar.

Y el Mercosur?. Ante el unilateralismo impuesto, el bloque no reacciona, como es previsible. Ante tanto pedido de flexibilización en todos estos años, negociar individualmente se veía como solución. “En junio en la reunión de Cancilleres del Mercosur se autorizó a cada país a negociar por su cuenta 100 productos, esto en un bloque que ya está lleno de agujeros es complejo”, añade.

Se vienen tomando decisiones en forma arbitraria que han cambiado las reglas de juego internacionales, por reglas unilaterales, advierte. Con un EE.UU., que negocia e impone sus razones a cada país Pero es tan importante el comercio de la región con EE.UU. que obliga a aceptar estas reglas?. En varios países del Cono Sur, China es el primer socio comercial. Como en el caso de la Argentina, seguido de Brasil. “Los propios especialistas dicen que por lo anunciado por EE.UU. en el único comunicado firme, tiene que ver con un entendimiento comercial, con 10 ventajas para EE.UU. y sólo 2 para la Argentina, donde queda expuesta la apertura del mercado argentino pero no se sabe en que extensión”, señala. Precisamente el comunicado habla en principio de apertura argentina para el ganado en pie, y aves de corral dentro de un año, pero nada dice de la posibilidad de ampliar en 60.000 tons. la cuota de carne vacuna para exportar de las 20.000 actuales, tema con el que Trump amenazó a los frigoríficos de EE.UU. frente al incremento de los precios, advierte Guelar.

Pero cuál sería el arancel definido en ese sentido?. Desde el gobierno argentino tampoco se informó nada en detalle y lo extraño es que Cancillería no participa, cuando se trata de un tema complejo que no puede asumir cualquiera. Asimismo, desde el Congreso, que supuestamente tiene que aprobar estas decisiones, nada inquieta. A ese respecto, Trump sostiene que la imposición de aranceles y acuerdos en EE.UU. basta con su sola decisión, dado que son situaciones excepcionales– un tema que debe decidir la Corte-.

OMC

Frente a este unilateralismo, los países y bloques reaccionan con mesas de negociación. Hoy nadie habla de la OMC.

Su caída responde a la lógica?.

Venimos de 80 años de multilateralismo, que resultó un gran avance para las sociedades, dice Guelar.  La ONU logró un nivel de articulación muy importante, agrega. Claro que si hablamos de la OMC, se fueron incorporando cada vez más países y en cierto momento, pareció difícil poner de acuerdo a todos. Esto, más el peso de China con su capitalismo particular, ya no pareció funcionar para EE.UU. “El multilateralismo permitió con mucho esfuerzo generar regulaciones globales ordenadas de todo tipo que desde hace años funcionan cotidianamente. Lo que vemos hoy no es un nuevo orden, lo que hay es un enorme caos. Más bien es una transición caótica que no tiene un horizonte claro”, dice el experimentado diplomático.

En este contexto, es importante saber cómo queda el resto de países con esta nueva configuración de comercio respecto a EE.UU. y que oportunidades surgen. “En ese sentido, hay un trabajo muy intenso para hacer, pero hoy por hoy todo esta abierto. Personalmente no se cómo hace una empresa que quiere importar o exportar para manejarse en esta incertidumbre, es un enorme desafío. No estamos hablando de algún punto de diferencia de aranceles, sino muchos”, dice.

Si bien no es tiempo de hacer análisis a mediano plazo, este esquema viene para quedarse?. Guelar cree que después de las elecciones de medio término en EE.UU., donde el apoyo a Trump puede volverse en contra, la posición de cambio de las reglas de juego internacionales no se sostendría.

Más allá del promocionado caso de New York, Trump ha perdido en 10 procesos electorales, donde ganaron los Demócratas, cambiando lo que venía en el mapa político, para volver a un equilibrio. Allí se destaca lo que ocurrió en Seattle, la tercera ciudad de la Costa Oeste, donde incluso ganó un independiente”, sostiene Guelar.

Será tiempo de volver al sentido común o el habrá que archivar el multilateralismo?.

Un análisis del contexto

En un análisis del contexto global del comercio y de la relación bilateral en el que se instala el anuncio del Acuerdo Marco entre Argentina y EE.UU., la consultora Biglobal fundada por Marisa Bircher, señala que el mismo constituye un punto de inflexión. Aunque no existe demasiada información sobre el tema, el informe señala que “el anuncio representa un paso significante para dotar de previsibilidad a la relación bilateral con uno de los principales socios comerciales del país”. Luego de un análisis general del accionar de Trump en este nuevo orden, señala que “una vez firmado el acuerdo, será clave analizar cómo se implementarán los distintos arreglos con Estados Unidos y cuál será su impacto concreto para la Argentina”.

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En el reporte, la consultora Biglobal advierte que el anuncio se produce en un contexto internacional marcado por un cambio de rumbo en el comercio global a partir del anuncio de aumentos arancelarios realizado por Estados Unidos el 2 de abril pasado. “Dichas medidas responden a una lógica en la cual Washington sostiene que enfrentaba barreras significativas para acceder a los mercados de sus socios, mientras garantizaba un acceso prácticamente libre a su propio mercado. La fortaleza estructural de Estados Unidos refuerza esta estrategia: es el mayor importador y el segundo exportador de mercancías del mundo”, dice. Recuerda que, en ese contexto, Argentina fue incluida en el esquema del arancel base del 10%, sin las sobretasas que alcanzaron a economías como China o la Unión Europea. “Esa exclusión les otorgó a las exportaciones argentinas una ventaja competitiva relativa frente a otros proveedores, especialmente en sectores donde los márgenes de acceso al mercado estadounidense son sensibles al precio. Sin embargo, el impacto del nuevo esquema trasciende lo bilateral. Esta coyuntura provoca desvíos de comercio, ajustes de precios y mayor fragmentación del mercado global, elevando la volatilidad para economías emergentes en proceso de estabilización Las proyecciones del comercio mundial para 2025 fueron ajustándose al ritmo de las decisiones comerciales de Washington”, explica Bircher.

Contexto

Agrega el informe que en octubre, la OMC revisó al alza su previsión de crecimiento del comercio mundial de mercancías para 2025, del 0,9% al 2,4%, aunque redujo la proyección para 2026 al 0,5% (desde1,8%), reflejando el impacto de las medidas arancelarias impulsadas por EE.UU. En paralelo, se espera que el crecimiento de las exportaciones de servicios se modere: del 6,8% en 2024 al 4,6% en 2025 y al 4,4% en 2026.

“En síntesis, la política comercial estadounidense introdujo una fragmentación en las perspectivas de expansión del comercio global, combinando una recuperación de corto plazo con un horizonte más incierto hacia adelante”, advierte.

En este escenario, resalta que las respuestas estratégicas de los principales socios de Estados Unidos ante las medidas arancelarias, sumada a la creciente dificultad de la OMC para disciplinar medidas unilaterales ha favorecido un retorno a la bilateralización del comercio internacional. Así, la puja entre las dos principales economías del mundo ha sumado un nuevo capítulo en los últimos meses. China avanza con una estrategia dual: fortalecer su autonomía tecnológica y preservar el acceso a los mercados occidentales, mientras busca entendimientos con EE.UU.: durante la Cumbre de APEC celebrada el 30 de octubre, Washington y Pekín alcanzaron un acuerdo parcial que redujo temporalmente la tensión. Estados Unidos accedió a disminuir los aranceles sobre productos chinos del 57 % al 47 %, y a aplazar por un año las restricciones a exportaciones tecnológicas y las tasas portuarias. A cambio, China se comprometió a cooperar en la lucha contra el tráfico de fentanilo, levantar temporalmente las limitaciones a la exportación de tierras raras, eliminar tasas a buques estadounidenses y aumentar sus compras de petróleo, gas y soja a EE. UU. “El entendimiento muestra que ambas potencias buscan estabilizar los flujos estratégicos (energía, tecnología, minerales críticos) sin alterar la rivalidad estructural que define su competencia global”, añade.

Acuerdos de EE.UU.

Entre los puntos clave de los acuerdos anunciados hasta octubre por EE.UU., se enmarcan en una estrategia denominada por la consultora Biglobal como “proteccionismo transaccional”: sostiene niveles arancelarios más altos que los vigentes antes del 2 de abril, pero negocia, en paralelo, excepciones puntuales con distintos socios. Así, la bilateralización se afianza como un rasgo central en la forma en que Estados Unidos gestiona sus relaciones económicas con el mundo. El resultado es un mosaico de acuerdos diferenciados, donde las reglas varían según el país y el sector.

Entre las principales características de los acuerdos anunciados hasta octubre se destacan:

  • Persistencia de aranceles elevados en la mayoría de los acuerdos Con excepción del caso británico, los acuerdos anunciados hasta octubre mantienen aranceles del 15% en adelante, salvo excepciones puntuales para determinados productos.
  • Tratamiento arancelario más favorable para socios industrializados.
    Las economías con mayor nivel de industrialización como la Unión Europea, el Reino Unido y Japón, acceden a un trato arancelario más favorable, con exenciones específicas para sectores estratégicos. Los bienes que ingresan a Estados Unidos con aranceles reducidos o con tarifa 0% se concentran en aeronaves y componentes, ciertos productos químicos, semiconductores, algunos bienes agrícolas y materias primas críticas.
  • Compromisos de inversión estratégica en Estados Unidos
    Además de las compras, varios anuncios incluyen fuertes compromisos de inversión directa:
    • - UE: USD 600 mil millones en inversiones en EE.UU. hacia 2028.
    • - Japón: USD 550 mil millones para expandir industrias centrales y hasta USD 332 mil millones adicionales para infraestructura energética crítica. Puntos clave de los acuerdos anunciados hasta octubre por EE.UU.
  • Dimensión geopolítica y de seguridad
    Algunos acuerdos incorporan componentes vinculados a defensa y seguridad estratégica:
    • Tailandia: intercambio de información entre fuerzas de seguridad; MOU para asegurar y diversificar suministros de minerales críticos y fortalecer la resiliencia de cadenas globales.
    • Camboya: ampliación de la cooperación contra el crimen transnacional
    • Malasia: MOU para profundizar la cooperación en seguridad marítima.
    • Japón: compromiso de aumentar sus capacidades de defensa en el Indo-Pacífico.
    • Unión Europea: aumento de adquisiciones de equipamiento militar estadounidense, alineadas con los objetivos de la OTAN
  • Mayor acceso de productos estadounidenses a mercados socios
    Estados Unidos solicitó la eliminación de barreras no arancelarias. A su vez, Indonesia, Malasia, Camboya y Tailandia se comprometieron a eliminar aranceles en más del 99% de los bienes estadounidenses. Por otro lado, gran parte de los anuncios incluyen compromisos de compras significativas:
    • Malasia: compras anuales a EE.UU. por USD 3.4 mil millones en LNG; USD 42.6 millones en carbón; USD 119 millones en telecomunicaciones; 30 aviones Boeing; compras en semiconductores, aeroespacial y centros de datos por USD 150 mil millones.
    • Japón: aumento en 75% de importaciones de arroz estadounidense; compra de USD 8 mil millones en bienes agrícolas (maíz, soja, fertilizantes, bioetanol); USD 7 mil millones por año en LNG; compra de 100 aviones Boeing y equipamiento de defensa. Eliminación de restricciones a autos y camiones de EE.UU.
    • Unión Europea: compras por USD 750 mil millones en energía (petróleo y gas).2024, el intercambio bilateral alcanzó los USD 12.500 millones, con un saldo favorable para Argentina de USD 250 millones. Las exportaciones argentinas estuvieron concentradas en petróleo crudo (USD 1.992 millones), metales preciosos (USD 801 millones), aluminio (USD 530 millones), carne bovina congelada y refrigerada (USD 195 millones), vinos (USD 188 millones) y miel natural (USD 126 millones). En conjunto, estos productos explicaron el 63% del total exportado hacia Estados Unidos al cierre de 2024.

El comercio Argentina-EE.UU.

Detalla la consultora Biglobal que en 2024, las importaciones argentinas provenientes de Estados Unidos estuvieron lideradas por energéticos, principalmente gas natural licuado y gasoil, que significaron compras por USD 590 millones y USD 379 millones respectivamente. Les siguieron insumos industriales clave, como compuestos químicos utilizados en la fabricación de productos (incluido el glifosato), carbón mineral sin procesar, materiales plásticos, fertilizantes y aditivos para procesos petroquímicos.

Entre los principales productos exportados por Argentina a EE.UU. en 2024, están:

Petróleo crudo: Estados Unidos importó por USD 174.400 millones, de los cuales Argentina aportó USD 1.992 millones. Ese mismo año, el país alcanzó su mayor nivel de producción de barriles desde 2003. Aluminio: Estados Unidos importa cerca de la mitad del aluminio que consume, principalmente desde Canadá. En 2024, sus compras externas alcanzaron USD 28.300 millones, de los cuales Argentina aportó USD 530 millones.

Vinos: Estados Unidos importó vinos por USD 5.020 millones. Ese año, Argentina exportó más de USD 630 millones al mundo y colocó USD 188 millones en el mercado estadounidense, equivalente a algo más del 4% de las importaciones totales de vino de ese país. Miel natural: Estados Unidos importó por USD 650 millones, USD 126 millones desde Argentina, que se consolidó como su segundo proveedor.

Carne bovina congelada y refrigerada: Estados Unidos importó cerca de 1,5 millones de toneladas y Argentina colocó 12.212 toneladas fuera de cuota (sujetas al arancel del 26,4%), lo que muestra que aún existe un margen para ampliar su participación en este mercado.